lunes, 6 de junio de 2016

Para que los idiomas no sean nunca fronteras





  Cuando estoy aquí añoro lo dejado y cuando me marcho vuelvo a sentir nostalgia y ansias por volver. Lo curioso es que nunca viví en estas tierras, sólo en esporádicas fechas con  familia. Cuando empiezo a vislumbrar  por la lejanía esas nubes especiales que tiene la mancha ya empieza a rugir el cosquilleo en la barriga, no puedo evitarlo. Soy privilegiada por estar mezclada y sentir en dos lenguas. Por eso siempre que oigo esta canción ,que me acompañó en mi juventud , me vuelvo a emocionar.    
    
                                            





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