viernes, 29 de abril de 2016

La pequeña Baubo y su risa del vientre


   La pequeña Baubo siempre me ha gustado mil veces más que cualquier otra diosa de la mitología griega, quizá más que ninguna otra figura.Procede sin duda de las diosas del vientre neolíticas, unas misteriosas figuras sin cabeza y, a veces, sin brazos ni piernas. Son los talismanes de las conversaciones femeninas, es decir,de la clase de conversación que las mujeres jamás mantendrían en presencia de un hombre como no fuera en circunstancias extraordinarias.
  Estas figurillas representan unas sensibilidades y unas expresiones únicas en todo el mundo; los pechos y lo que se siente en el interior de esas sensibles criaturas, los labios de la vulva, en los que una mujer experimenta unas sensaciones que los demás pueden imaginar, pero que sólo ella conoce. Y la risa del vientre que es una de las mejores medicinas que pueda tener una mujer.
 Siempre he pensado que el ''Kaffeeklatsch''(en alemán, tertulia de mujeres) era un vestigio del antiguo ritual femenino de estar juntas, un ritual que, como el antiguo, se centra en conversaciones del vientre y en el que las mujeres hablan desde sus entrañas, dicen la verdad,se ríen como locas, se sienten más reconfortadas, y cuando vuelven a casa, todo marcha mucho mejor.
  Las mujeres necesitan vivir de vez en cuando en una atmósfera exclusivamente femenina, ellas solas, o con otras mujeres. Es algo así como darse un atracón de bombones.
 Baubo posee otra característica; ve a traves de los pezones. Para los hombres es un misterio, pero cuando se lo comento a las mujeres, éstas asienten con la cabeza y dicen:''¡Ya sé lo que quieres decir!''.






                                                                 

 Pués eso chicas es lo que nos pasa. Son esas reuniones en la que acabo siendo Mariquita Mareá.
 Fragmento del libro: Mujeres que corren con los lobos,( autora: Clarisa Pinkola Estés)

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