No oigo tus pasos
tras una larga espera.
Me asomo y veo
mi rostro reflejado
en el camino
de los viejos recuerdos.
Si vienes a buscarme
y no me encuentras,
no busques en el agua,
tengo frío.
Camino hacia el aire
del cálido desierto.
Hallarás mis lágrimas
en la sal de la arena.
Y no sufras amor,
estoy en calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario